
Todos tenemos la energía Reiki y todos la podemos utilizar para ayudarnos a nosotros mismos y a nuestros prójimos. Este poder se activa mediante iniciaciones, lo que diferencia Reiki de otras técnicas de sanación.
La energía universal e ilimitada entra por el Chakra de la cabeza, para por los centros energéticos superiores, y después por los brazos y manos al paciente. Una parte de energía siempre se queda en el cuerpo del sanador. La energía pasa a través del practicante por unos canales purificados, abiertos por las iniciaciones. Gracias a estos canales, el sanador no usa su propia energía, ni puede recoger energía negativa o síntomas del paciente porque la energía fluye fuertemente en una sola dirección. Con Reiki no se intenta disipar energía negativa, sino que se eleva la vibración energética del paciente, ya que se sintoniza ésta con la vibración de la Energía Universal.
El Reiki se ofrece al Yo interior del paciente, para que esa energía se utilice de la forma más necesaria para él en ese momento. Por eso, el practicante de Reiki no "dirige" la energía, sino que confía en la sabiduría total del propio paciente a través del Yo interior. Así, a veces con Reiki, la energía está trabajando en áreas totalmente desconocidas para nosotros.
El camino del Reiki es un camino de expresar amor a través de la energía universal. Amor primero hacia nosotros mismos, como manifestación de esa energía universal, facilitando nuestro propio desarrollo personal y amor hacia nuestros prójimos, cuando actuamos como canales de esa energía en su beneficio.
La energía universal e ilimitada entra por el Chakra de la cabeza, para por los centros energéticos superiores, y después por los brazos y manos al paciente. Una parte de energía siempre se queda en el cuerpo del sanador. La energía pasa a través del practicante por unos canales purificados, abiertos por las iniciaciones. Gracias a estos canales, el sanador no usa su propia energía, ni puede recoger energía negativa o síntomas del paciente porque la energía fluye fuertemente en una sola dirección. Con Reiki no se intenta disipar energía negativa, sino que se eleva la vibración energética del paciente, ya que se sintoniza ésta con la vibración de la Energía Universal.
El Reiki se ofrece al Yo interior del paciente, para que esa energía se utilice de la forma más necesaria para él en ese momento. Por eso, el practicante de Reiki no "dirige" la energía, sino que confía en la sabiduría total del propio paciente a través del Yo interior. Así, a veces con Reiki, la energía está trabajando en áreas totalmente desconocidas para nosotros.
El camino del Reiki es un camino de expresar amor a través de la energía universal. Amor primero hacia nosotros mismos, como manifestación de esa energía universal, facilitando nuestro propio desarrollo personal y amor hacia nuestros prójimos, cuando actuamos como canales de esa energía en su beneficio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario